más allá de 2 semanas...

Queremos que el intercambio no se reduzca a las dos semanas fuera de casa. Nos gustaría que empezase antes de subir al avión y que no terminase con el regreso a casa. De hecho ya no es así. Las videoconferencias y el facebook permitieron y en 2012 y permitirán en 2013 que casi os conozcáis antes de encontraros en persona. Este blog es otra herramienta a vuestra disposición. Hacedlo vuestro.

Aquí podríais dejar constancia de vuestras inquietudes relacionadas con esta experiencia, de vuestras vivencias durante la estancia, en Jyväskylä o en Sevilla, que sirva para lanzar preguntas o dar respuestas, para hacer propuestas, o cualquier otra cosa que se os ocurra (por ejemplo, alguien de Jyväskylä podría traducir esta entrada a finés...).

viernes, 9 de marzo de 2012

Miércoles, 1 febrero

Pasaban unos minutos de las 5 de la mañana cuando comenzaba un viaje inolvidable. No fue fácil llegar, tres horas de autobús de Sevilla a Málaga y luego 5 de avión a Helsinki para llegar a Finlandia.


El golpe de frío polar al salir del avión fue la carta de presentación, el aliento se congelaba formando una nube que casi impedía ver al compañero de al lado. Después de 4 horas de autobús llegamos a las 9 de la noche a Jyväskylä. Allí nos esperaba una temperatura de - 25º con un ligero viento que agravaba la sensación de frío.

Unos minutos después estábamos todos reunidos en la sala de baile. Algunos momentos de desconcierto cuando los alumnos o alumnas españoles se acercaban a finés o finesa para saludarle con dos besos y encontrarse con un gesto en principio desconcertante y que parecía de cierto de rechazo pero que pronto pudimos saber que únicamente se debía a su costumbre de saludarse con un abrazo y lo poco propensos que son a las distancias cortas. De todas formas hubo quien no dio tiempo a pensárselo y se lanzó a abrazar y besar a su colega.


Al rato cada uno estaba en su casa...

Nuestras colegas, Marjut y Pirjö, nos acompañaron a cenar en Old Brick´s Inn, un restaurante con ambiente de taberna irlandes. Su cálida acogida pronto hizo que olvidásemos los casi - 30º de aquella noche.

Jueves, 2 febrero

A las 9 nos encontramos en el comedor del instituto para desayunar, por invitación del director del Sepän lukio, quien nos dio la bienvenida. Aprovechamos ese momento para hacer entrega de un ejemplar de El Quijote y un azulejo de recuerdo del intercambio, realizado por los profesores del “IES V CentenarioManuel Algeciras y Marcelino Burgos.

La profesora Leena fue nuestra guía en nuestro primer paseo por Jyväskylä que terminó con una visita al Museo de Ciencias Naturales. A las 11:30 llegamos de vuelta al instituto, justo a tiempo para comer, una hora extraña para un español. La comida es gratuita para todos los estudiantes y también lo fue para nosotros.


Después de comer, nuestros alumnos juntos con sus compañeros fineses recorrieron la ciudad participando en una carrera de orientación, en busca de algunos lugares, cámara de fotos en mano. El intenso frío hizo que pronto desistiesen de la búsqueda.
Mientras tanto, nosotros tomábamos contacto con el centro y hacíamos una visita por las instalaciones. Nos quedamos boquiabiertos. Unas aulas cómodas, con amplios ventanales, impolutas y con todo tipo de medios tecnológicos perfectamente controlados desde una bien diseñada mesa del profesor. Especialmente impactados nos dejó un aula con un innovador diseño, incluyendo 4 proyectores con sus respectivas pantallas, tradicionales o digitales, y algunos comodísimos pufs. Estuvimos en la clase de Yukka, un profesor de Ciencias Naturales, en la que pudimos charlar con Elías, un alumno de origen español, que participaba en la clase a través de una videoconferencia ya que en su instituto no se ofrecía este curso en el que estaba interesado. Aprovechamos para hacer las primeras preguntas a nuestras colegas sobre distintos aspectos de la vida académica en Sepän lukio.

Nos reunimos después todos los participantes en el intercambio para organizar los próximos días, especialmente la visita a una estación de esquí y la asistencia a un partido de hockey el sábado. Se había propuesto que después de un rato de esquí se podría ir a una bolera o a un spa, con sauna incluida. Lo que parecía cuestión de un par de minutos supuso más de media hora. Nuestras colegas explicaron la importancia de la sauna para los fineses y que en prácticamente todas las casas hay una sauna que se usa con frecuencia y que es costumbre hacerlo desnudos. También explicaron que en los lugares públicos están diferenciadas por sexos salvo en sitios muy concretos. Pero las diferencias culturales se hicieron notar y había quien no lo tenía claro y quedaban dudas sobre si habría que estar desnudos todos juntos, si chicos por un lado y chicas por otro, si había que estar desnudo solo en la sauna o también en la piscina, si se podía ir con una pequeña toalla... En fin, no recordamos que se decidió pero finalmente, después del esquí, ni bolera ni sauna, sino algo mucho más divertido, unas emocionantes carreras de trineos. Más fácil fue decidir sobre la asistencia al partido de hockey, total unanimidad y además Jakko, con la colaboración de su padre, nos ofreció una entrada gratuita para cada uno. Muchas gracias, Jakko!!


Más tarde, mientras unos alumnos se dirigían a la ciudad y otros a sus casas, Leena nos acompañó a una visita por los lugares de más interés de Jväskylä, con especial atención a los edificios del arquitecto Alvar Aalto, el teatro y la universidad entre otros.

Aunque no era la intención inicial, acabamos cenando en Amarillo, un restaurante mexicano. Una larga cena en la que con Leena se habló mucho de Finlandia y los fineses, de las costumbres, del sistema de enseñanza finés y de muchas cosa más.

Un agradable paseo por un precioso bosque completamente nevado al borde de un lago helado nos llevó hasta nuestro alojamiento. Una sencilla pero muy confortable habitación en una residencia destinada a acoger profesores o alumnos de visita en Jyväskylä por diferentes motivos.

Viernes, 3 febrero

Nuestros alumnos se dividieron en varios grupos para exponer en distintas clases ante los compañeros fineses las presentaciones sobre Sevilla que habían preparado. Allí se habló, en español e inglés, de nazarenos, costaleros, de Triana, de la Giralda, de pata negra, de Sevilla Este, del V Centenario... y se bailaron sevillanas. Mientras, los alumnos que no exponían acompañabana a sus anfitriones a las clases que correspondiese.


Después de la primera clase, Tiia nos acompañó a los dos profesores y a 5 de nuestros alumnos para hacer su exposición en otro instituto, Norssi. Es una escuela en la que los futuros profesores hacen prácticas. Allí nos recibió, con muchísima cordialidad y simpatía, la profesora Paula y nos permitió compartir la clase con sus alumnas de español.


Después de comer nos fuimos en autobús, salvo unos pocos privilegiados, a Laajavouri para esquiar, hacer snowboard y tirarnos en los trineos. Allí se acercó una periodista del periódico local para hacer una entrevista a alguno de los alumnos y profesores acerca de diversas cuestiones relacionadas con el intercambio y las diferencias y similitudes entre los dos países desde el punto de vista de los estudiantes. Fue una gran tarde...
Desde allí, todos los estudiantes se dirigieron al restaurante Rax, una pizzería-kebah, en donde pudieron cenar bien (todo lo bien que se puede cenar en un restaurante de este tipo) por poco más de 7 € por cabeza, con la bebida incluida. Y ya que hablamos de precios, aprovechamos para decir que nos sorprendió gratamente comprobar que no eran tan elevados como esperábamos. En líneas generales se podría decir que son un poco más altos que en España, aunque hemos visto algunas ofertas en ropa de invierno a muy buen precio y por lo que hemos podido saber los precios de las viviendas no son superiores a los de nuestro país. Se puede disfrutar de una buena cena en un buen restaurante, con bebida incluida, por unos 30 €. Lo que sí nos pareció caro fueron los transportes públicos. Algunos de nuestros alumnos pagaron desde 3 a casi 6 € por trayecto para desplazarse, aunque resulta bastante más barato con abonos de larga duración.

Los profesores fuimos más afortunados y pudimos disfrutar de una magnífica velada en la casa de Pirjö.

Sábado, 4 febrero

Mientras los alumnos disfrutaban de una mañana libre para pasear o hacer compras en la ciudad, Marjut y Pirjö nos acompañaron a conocer los alrededores de Jyväskylä. Antes tuvimos tiempo para acercarnos al centro de la ciudad por el precioso camino al borde del lago. Un termómetro en la calle marcaba -27 ºC por lo que decidimos que era un buen momento para visitar la biblioteca municipal, aprovechando para hacer alguna gestión en internet en alguno de los ordenadores gratuitos de los que allí se ofrecen. Poco después llegaron nuestras anfitrionas y nos dirigimos a una estación de esquí próxima a la ciudad. Hacía mucho frío por lo que después de un pequeño paseo para disfrutar de las magníficas vistas nos refugiamos en el restaurante y aprovechamos para comer.
Desde allí fuimos a Korpilahti, donde Marjut nos invitó a conocer su casa, en un lugar idílico, entre pinos y abedules, al borde del lago Paijanne. completamente helado. En el viaje sometimos a un asedio a nuestras compañeras con nuevas preguntas sobre la enseñanza en Finlandia, salvo los últimos kilómetros antes de llegar a la casa, por un camino que apenas se adivina, totalmente cubierto por la nieve, con de una belleza difícil de olvidar y que nos dejó sin palabras.


De vuelta a la ciudad hicimos todavía una parada en un moderno puente, desde el que se disfruta de una preciosa panorámica del lago y otra en Kuokkala, para visitar una curiosa iglesia de muy reciente construcción. Hecha en buena medida con pizarra procedente de España, en su construcción participaron trabajadores españoles que, cuando ya casi habían terminado su trabajo, se trasladaron a España para pasar las vacaciones de Navidad y nunca regresaron...

A las 5:30 habíamos quedado con todos los alumnos para asistir a un partido de hockey sobre hielo del equipo local, de 2ª división. Es un deporte de una gran intensidad y resultó muy entretenido, a pesar de que no conseguimos enterarnos de muchas de las reglas de juego por más que Pirjö se esforzó en explicárnoslas. Desafortunadamente el Jyväskylä perdió, 0 - 4.


Después del partido, los alumnos se reunieron en casa de uno de los chicos fineses, mientras nosotros, en compañía de Marjut, Pirjö, Leena y Keli, una profesora de sueco del Sepän lukio, fuimos a cenar a un restaurante vikingo en donde pasamos un rato sumamente agradable. Además, el hecho de que Keli no hablase español nos obligó, especialmente a José Manuel, a inventar nuestro mejor inglés... Y, por si fuera poco, por deferencia del director del instituto, nuestras compañeras nos invitaron a cenar. Kiitos!!
Todavía hubo tiempo de tomar un café y comprobar que las bajas temperaturas no impiden que se disfrute de la noche...

Domingo, 5 febrero

No perdimos la oportunidad de disfrutar de nuestro paseo matinal al borde del lago y un ratito en la biblioteca. Allí había una mesa electoral, ya que se votaba para elegir un nuevo presidente. No había demasiado movimiento, aunque luego nos enteramos de que mucha gente ya había votado a lo largo de la semana en mesas que había dispuestas por muchos lugares, hasta en algunos supermercados.

A media mañana, puntualmente, como siempre, Leena y Pirjö nos esperaban en el coche para pasar por el instituto a recoger la comida que allí habían preparado las cocineras, empleando su día libre. El objetivo para pasar el día en Kaijalanniemi, al borde del lago Paijanne, a escasos kilómetros de Jyväskylä. Por gentileza de nuestros anfitriones, que se hicieron cargo del alquiler, dispusimos de una cabaña, propiedad del sindicato de hostelería local, con capacidad suficiente para las 41 personas que allí estábamos. Además de los 36 alumnos y nuestras 2 colegas, nos acompañaba Elías, el estudiante de origen español al que habíamos conocido en la clase de Yukka y el propio Yukka, armado con toda la parafernalia necesaria para hacer un hoyo en la nieve (motosierra, una especie de berbiquí gigante, sierra manual) y las cañas para pescar. A pesar de arrastrar un tremendo resfriado no se fue hasta que el agujero par el baño estuvo listo y nos dió unas instrucciones básicas para pescar, para intentarlo, en el lago helado.


Mientras Yukka, con alguna ayuda ocasional de Elías y algún que otro voluntario se afanaban rompiendo el hielo, los demás improvisaban una especie de partido de fútbol -o lo que fuera- en la nieve, se calentaban en la chimenea o asaban unas salchichas en la barbacoa. Leena y Pirjö se encargaron de distribuir la comida, muchísima y sabrosa, que habíamos traído. Una vez preparado el agujero para bañarse había que organizar los turnos en la sauna, previos al baño. Hubo varios intentos de organización, Leena explicó el significado de la sauna para los fineses, hablando del silencio que debe reinar en la misma y finalmente los dos profesores acabamos con un grupo de unos 10 alumnos metidos en la sauna. No se puede decir que aquello fuese muy ortodoxo: voces, la puerta que se abría cada dos por tres, uno que entra, otra que sale, una foto, "¡hace mucho calor!", "¡que entra frío!", "¡pon más agua!", "¡que me asfixio!!"... Elías intentaba, con poco éxito, dar algunas instrucciones. Finalmente, decidimos que era el momento y los dos profesores, junto con Gabriel, salimos al exterior y después de un pequeño trayecto de unos 50 m nos sumergíamos en el agua que comenzaba a congelarse de nuevo. La temperatura ambiente estaba cerca de los - 30ºC y el agua estaba a unos 3 ªC. Sorprendentemente, resultó menos duro de lo que cabía esperar. No se puede decir que el agua estaba buenísima, pero la sensación al meterse en el agua no es en absoluto insoportable. Y ni siquiera resulta especialmente duro al salir. Y la vuelta a la sauna, alucinante, el baño hace que te sientas nuevo, se dice que la gente que lo hace de manera regular no tiene catarros y estamos seguros de que será así, no hay bacteria que resista estas temperaturas. Poco a poco, muchos de los alumnos, tanto españoles como fineses, fueron bañándose y algunos de los que no lo hicieron optaron por darse un revolcón en la nieve.


Leena, que nunca lo había hecho, también acabó en el agujero. Eso sí, esperó a que todos los españoles despejaran la sauna antes de ir... Fue una experiencia maravillosa e inolvidable. Kiitos Yukka!!

Después del baño, se agradecía la comida. Pasamos el resto de la tarde, en la cabaña, entre charlas, juegos, algún partido de fútbol en la tele.. Un café con tarta para merendar y todavía los profesores tuvimos tiempo de dar una paseo con Pirjö con las raquetas de nieve, con alguna que otra dificultad..

Un día precioso.

Lunes, 6 febrero

Por la mañana, nuestros alumnos se repartieron en distintas clases con sus compañeros. Nosotros estuvimos con Yukka, que todavía muy resfriado, había ido para dejar trabajo a sus alumnos y se quedó un rato respondiendo a todas nuestras preguntas sobre el currículo de Ciencias en Finlandia.
Le habíamos dicho a nuestras colegas que nos gustaría conocer, si lo había, algún centro que no tuviese unas instalaciones tan buenas como Sepän lukio. Para nuestra sorpresa, nos dijeron que precisamente una de las quejas de la comunidad educativa era el mal estado de algunos edificios. Y nos propusieron visitar un colegio de primaria y secundaria que, desde 5 años atrás estaba instalado en unas caracolas, ya que habían derrumbado el colegio para hacer uno nuevo. Estaba muy cerca de Kaijala, también al borde del lago y, efectivamente, se trataba de una serie de caracolas. Pero mucho mejor dotadas de lo que esperábamos. En cada aula había un proyector, portátil, un lector de documentos y un buen mobiliario, además de disponer de cocina y comedor. Y enfrente se encontraba un precioso edificio, muy bien dotado y a punto de inaugurarse para sustituir al viejo colegio.


De vuelta a Sepän lukio, en compañía de un grupo de alumnos españoles, asistimos a una clase de Matemáticas, en finés. El lenguaje matemático nos permitió seguir las explicaciones del profesor con un buen nivel de comprensión. José Manuel dió la réplica, exponiendo un ejercicio en español. Y diríamos que también pudieron seguirlo, aunque solo uno se animó a intervenir. Por cierto que un buen número de nuestros alumnos resolvieron el problema.

A media tarde (las 2 en Finlandia) en el comedor nos esperaba una estupenda merienda con comida finesa de todo tipo preparada por las madres de los alumnos fineses. Después de una entretenida sesión de juegos, pudimos escuchar en la sala de baile a algunos de los alumnos y alumnas finesas tocar el piano y también a nuestro alumno Alfonso. Todo acabó con un improvisado partido de fútbol que se suspendió cuando el equipo español vencía por 7 a 0, debido a una repentina desaparición de las porterías....


Después de que cada alumno volviese a su casa, los profesores pudimos degustar algunas especialidades finesas en Kissabviikset, un agradable restaurante de comida finesa. Especialmente buena la perca...

Martes, 7 febrero

Para empezar el día una de las profesoras había dispuesto lo necesario para hacer unas esculturas en la nieve. Allí se fue un grupo de alumnos mientras otros asistían a clase. El entusiasmo inicial con las esculturas fue decayendo y finalmente solo Álvaro y Lucía siguieron hasta terminar de esculpir lo que en principio iba a ser un oso con su osezno y que derivó en una especie de gato con un ratón al lado. Eso sí, muy bien esculpidos...


Dos grupos de alumnos se dirigieron a otro instituto local para exponer su presentación acerca de Sevilla. Hubo baile y en esta ocasión también cante a cargo de Lucía.

Los profesores tuvimos la suerte de poder acompañar a Karri, el marido de Marjut, a su casa de el lago para retirar la red que estaba allí desde varios días antes. Es muy curioso todo el proceso para sacar la red del lago y de nuevo volver a meterla. Y tuvimos la fortuna de que había 4 preciosas percas, de unos 2 kg cada una.


Karri es profesor de secundaria en el instituto que habíamos visitado el día antes, por lo que durante el camino aprovechamos para tener una visión de la enseñanza finesa desde otro ángulo. (Visto desde la distancia tenemos la impresión de que hemos sido un poco plastas...). En la presentación que se adjunta a continuación hemos intentado reunir nuestras experiencias en todo lo relativo al sistema de educación finés.


Llegamos de vuelta al instituto cuando ya se retiraba la comida, pero las profesoras se habían encargado de que nos reservaran algo para que nosotros pudiésemos comer. Después en el aula de informática se habilitaron los ordenadores para hacer una presentación de las fotos realizadas y para que todo el mundo pudiese copiar las que quisiese de otros compañeros.

Tarde libre y muchos acabamos pasando por algunas de las tiendas de la ciudad en busca de algún recuerdo. Guantes y peluches de alce o reno o algún objeto de Marimekko, un diseñador finés de mucho éxito, fueron algunos de los más demandados. En Taito, una tienda de regalos con algunas cosas muy llamativos, también recibieron la visita de muchos de nosotros.

Los alumnos se citaron para cenar juntos y nosotros lo hicimos en compañía de Leena, Pirjö, Marjut y Karri en el gastropub Jalo. Una bonita noche con un trasfondo de cierta tristeza por la pronta marcha y a las 12 de la noche todos nos reuníamos en el instituto para coger el autobús con destino a Helsinki. Fue un momento difícil, muchos abrazos, muchas lágrimas y el deseo de encontrarse pronto de nuevo.
Pocos minutos después, ya en el autobús, los alumnos manifestaban su entusiasmo por los días vividos y su deseo de volver a Jyväskyklä.

Miércoles, 8 febrero

El viaje en autobús resultó muy corto. En el aeropuerto nos encontramos con dos profesores de un centro de FP de Málaga a los que habíamos conocido en el viaje de ida. Habían ido para buscar empresas en las que sus alumnos pudiesen hacer prácticas y venían contentísimos del trato recibido y de haber conseguido con creces su objetivo. Puntualmente el avión partió de Helsinki y todavía hubo tiempo para dar un paseo por la playa de Torremolinos mientras Manuel llegaba a Málaga después de un pequeño tour por el aeropuerto de Copenhague.


A las 4 de la tarde llegábamos a Sevilla, contentos y deseando recibir cuanto antes a nuestros amigos fineses.